
Hoy me sucedio algo bastante extraño, por eso la entrada de hoy será anecdótica, reflexiva y no poética como suelen ser los escritos que cuelgo aquí en mi hogar...
Madrugada, mi madre me despierta como siempre, desayuno, ducha, y caminanta al metro con mi papá.
Universidad; historia antigua, pelea entre compañeros revolucionarios xD, ayudantía de literatura antigua, por fin pude conseguir en la biblioteca la Ilíada que tanto necesitaba leer para mi control del viernes 13.
Salí de la universidad más temprano de lo normal, por actividades a las que no me interesaba asistir; metro y la vuelta a casa.
Llegué a la estación Manuel Montt, y entré al "Castaño" que está antes de las escaleras, tenía sed.
Me compré un jugo de manzana (con lo que me encanta el jugo de manzana) y salí del metro, caminé y crucé la calle, saqué un cigarro de la cajetilla comprada en almirante barroso, que por lo demás ahora cuesta $600 (que rabia me dio eso...).
Cuando me disponía a encender el cigarro, escuché una voz que me resultó un poco rara, no una voz común. Luz roja, y estaba al lado de quien tenía ese tono de voz... una niñita con síndrome de down. En ese momento me sentí mal por pensar que su voz era rara, pero todo desapareció en el instante en que me dice "HOLA!" y veo la sonrisa más real que he visto en toda mi efímera vida.
Le respondí de la misma manera, me gusta hacer eso, "HOLA!" le dije, y mi cara se llenó de alegría. La niña miró el jugo que tenía en mi mano, y con su dedo apuntó la lata de "fanta" que su mamá tenía en sus manos, dándome a entender que ella también tenía algo con qué satisfacer su sed; mi respuesta fue una sonrisa aún más grande que la anterior.
Luz verde, crucé la calle y continué mi camino...
Así al llegar a mi casa me di cuenta del hermoso momento que había vivido, esos que no se suelen apreciar todos los días. Me di cuenta que una persona puede ser inmensamente feliz simplemente... con una sonrisa, y que los problemas, deficiencias físicas y/o mentales, situaciones molestas y demases obstáculos, son sólo un vil espectro que puede ser eliminado al instante, con la debida fuerza de voluntad.
La verdadera felicidad no está en tener dinero, salud y educación. La verdadera felicidad está en saber amar al que está a tu lado, sin temores, sin tapujos y sin pedir nada a cambio, ser feliz sólo consta...de ser feliz.
Me dí cuenta que todo lo que pueda afectarnos en esta vida, es nada comparado con la armonía y la dicha que puede llegar a sentir una persona
al obsevar a esa niña...
al observar aquella sonrisa...
aquella felicidad.
Çv **
3 comentarios:
Tienes razón, cuando uno mira a su alrededor observa que otras personas viven situaciones muy distintas a las de uno, se siente afortunado y aprecia realmente lo que tiene, en mi caso personal, verdad.
Saludos desde Guatelinda, país centroamericano.
Que Emotivo...
Siempre que me suceden cosas como esas pienso en escribirlas, pero lugo caigo en la cuenta de q a la gente le cuesta interesarse en historias de ese tipo, por mi parte te felicito y te agradesco por escribirlo...Me pareció ir contigo en la escena, jajaja, el tema de los cigarros y la Iliada me hicieron sentir que formaba parte del relato, muy invisiblemente, pero ahí.
Un saludo grande.
q te vaya bien en talca city xD
http://estropajos.blogspot.com
shiiin,esas cosas son lo maximo,alegran el dia
pero verme a mi te alegraria mas==P
jajaja xD
toy aburrida
saludoles
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